EN FRANCIA
Recogemos aquí dos artículos. Uno sobre la resistencia de chambon
sur Lignon, por su ejemplaridad y eficacia, y otro, sobre la importancia
de la mujer en la resistencia, por su lectura siempre actual, y por
la importancia de revisar y valorar la historia desde abajo.
En una entrevista de J. Semelin con Henri Nogueres,
abogado, periodista, historiador, sobre todo de la resistencia francesa,
en la que tuvo grandes responsabilidades, se le pregunta:
Pregunta: El ejemplo de las acciones noviolentas
realizadas en Chambon para salvar a miles de judíos, ¿es un caso
aislado en Francia o han existido otros?.
Respuesta: Un caso como el de Chambon es excepcional,
pues es toda la población, con los directores de los colegios, los
pastores... quien ha participado en las acciones de salvación de
judíos. Otros ejemplos de solidaridad ecuménica si ha habido a favor
de los judíos, en Grenoble, París, etc,... pero ninguno tan organizado
como el de Chambon, ni que haya implicado como aquí a toda la población.
LAS COCINAS DE CHAMBON SUR LIGNON.
(Coulon,
Patrice. Revista "Non-Violence Politique", dossier 2.
Traducida por Oveja Negra, n. 33)
En los años de la ocupación, Chambon sur Lignon,
un pueblo francés del Alto-Loira, vivió una aventura extraordinaria.
En efecto, los habitantes de este pueblo hugonote agrupados en torno
a los pastores Theis y Trocmé, y del director de la escuela pública
Roger Darvissac rechazaron de forma noviolenta el régimen implantado
por Petain y el yugo Nazi. Con peligro de sus vidas y familias,
los chamboneses acogieron y escondieron a millares de adultos y
niños judíos, y organizaron centenares de evasiones.
Esta historia comenzó en el curso escolar de octubre
de 1940, en Chambon Sur Lignon. En aquellos día llegó una orden
de Petain al colegio cevenolés, dirigido por el pastor Theis, y
a la escuela comunal, dirigida por Roger Darcissac. Aquella orden
imponía la ceremonia del homenaje a la bandera con el saludo fascita,
es decir, con el brazo extendido y la palma hacia abajo.
André Trocmé vio en esta orden la ocasión de iniciar
su resistencia a Vichy y a los alemanes y a que, para él, el saludo
fascista significaba renunciar a su conciencia, a su poder de juzgar
las acciones buenas o malas. Darcissa, Theis y Trocmé decidieron
ignorar la orden.
Trocmé había aprendido durante una misión del ejército
francés en Marruecos, en 1921, que si el camino noviolento no era
elegido en el momento oportuno podría incrementar la violencia.
Y tenía la intención de aplicar esta lección en esta situación,
desde el primer momento.
OBEDECER SU CONCIENCIA
Algunos meses después del comienzo de las clases
de 1940, Trocmé, Theis y los otros profesores del colegio, se negaron
a firmar el documento de adhesión incondicional al jefe del Estado.
Esta desobediencia les salió bien, y Vicky no tomó represalias.
A lo largo del terrible invierno de 1940 la primera refugiada, una
judía alemana, se presentó en la casa parroquial donde vivía la
familia Trocmé. Magada Trocmé, la mujer del pastor, no tuvo la menor
duda: invitó a la mujer a entrar y corrió inmediatamente a buscar
documentos de identidad, pues en los principios de la ocupación,
los controles eran frecuentes, y, sin ellos, aquella mujer se arriesgaba
a ser devuelta a Alemania. Se dirigió, pues, al alcalde, que se
negó a prestarle ayuda. Entonces, considerando que la mujer estaba
en peligro, ya que el alcalde, responsable legal de la comunidad,
estaba al corriente, la llevó a casa de amigos que vivían fuera
de Chambon y en los que podía confiar en casos de urgencia.
A finales de julio del 41, el alcalde de Chambon
ordeno a André Trocmé que el 1 de agosto volteara las campanas del
templo durante un cuarto de hora, a partir de las 12, porque ese
día Francia celebraba el aniversario de la creación por parte de
Petain de la "Legión Francesa de combatientes". Por supuesto, Trocmé
se negó a obedecer la orden, ya que la misión de esta Legión era
ser abiertamente hostil a los judíos, comunistas y masones. Actos
de resistencia de este tipo se multiplicaron, permitiendo a los
3.000 ciudadanos de Chambon darse cuenta que podían resistir y que
había medios para hacerlo.
La familia Trocmé había llegado a Chambon en septiembre
del 34. André Trocmé, que había optado por la noviolencia, era desde
hacía muchos años militante del Movimiento Internacional de la Reconciliación.
En su primer sermón en el templo de Chambon, el pastor Trocmé se
expresaba de la siguiente manera: "La noviolencia exige en la vida
diaria una elección entre dos alternativas, en la que una de ellas
es más cercana que la otra a las enseñanzas de Jesús... Es ésa la
que hay que elegir, cueste lo que cueste, incluso si es contraria
a las exigencias del Estado; ningún gobierno puede enseñarnos a
matar. Hace falta encontrar el medio de resistir contra el fascismo
sin matar hombres. Este medio debemos buscarlo en la obediencia
diaria al Evangelio de la Paz".
En buena lógica, Trocmé rehusó, al comienzo de
la ocupación, unirse al maquis, y estaba decidido a resistir, poniendo
en practica la noviolencia.
RESISTIR, UNA NECESIDAD.
Durante el invierno de 1941, A. Trocmé propuso
al consejo presbiterial de la parroquia hacer de Chambon una ciudad
de refugio, cosa que el consejo aceptó, así como toda la parroquia.
En esta decisión colaboraron tanto la personalidad de Trocmé, como
una razón histórica. La historia que habían vivido desde hacía varios
siglos los protestantes franceses, y en particular, de esta región
del Alto-Loira, les había preparado para una cierta forma de resistencia
al poder oficial.
Después de esta decisión del consejo, lo primero
que hizo Trocmé fue elegir un director para la primera casa de refugiados
de Chambon. Este tendría el pesado trabajo de alimentar, vestir,
proteger y educar a los hijos de aquellos que habían sido deportados.
Nombró a su primo Daniel Trocmé- que era en aquella época profesor
de ciencias en el Sud-Quest- director del centro "Les Grillons",
antiguo hogar infantil situado a tres Kms. del pueblo. Este centro
estaba financiado por los Cuáqueros, en una primera época por los
del sur y posteriormente por los de Ginebra, con los que Trocmé
había llegado a un acuerdo. Mensajeros, algunos de los cuales fueron
matados, llevaban el dinero a Chambon.
Fueron las cocinas, las casas, las granjas de Cambon
las que, acogiendo más y más refugiados, hicieron de este pueblo
una ciudad de refugio eficaz; ya que si en su origen esta idea y
el impulso necesario para su creación tuvieron su origen en Trocmé,
su realización fue hecha por todos los habitantes, hombres y mujeres,
de este pueblo hugonote.
Hacia la mitad de la ocupación, siete fundaciones
y una gran granja-escuela fueron creadas en los alrededores del
pueblo, así como otra institución, "El Collado Florido", vinieron
a agregarse a las pensiones que ya existían en el pueblo. "El Collado
Florido" fue, sin ninguna duda, la "estación de metro" más eficaz
de la región. Este centro albergó a gentes que se preparaban para
irse a Suiza. Estaba financiado, entre otros, por CIMADE, aquella
famosa y formidable organización que fue creada y animada en 1939
únicamente por mujeres, y que había montado durante el verano del
42, una red que conducía a través de las montañas, a Suiza, a los
refugiados más expuestos, esto es, a los judíos.
Es necesario saber además que, el pastor Eduardo
Theis, director del colegio, entonces buscando por la Gestapo, formó
parte durante el último año de la ocupación de uno de aquellos equipos,
y que guió a muchos grupos por entre las montañas y las tropas alemanas.
En la parroquia, A. Trocmé había creado 13 grupos
de jóvenes encargados de estudiar la Biblia. Cada uno de estos grupos
tenía un animador. Trocmé reunía a los animadores cada 15 días en
su despacho del presbiterio para sesiones de "Estudio sobre la Biblia
y la resistencia". Estos grupos vinieron a ser durante la ocupación
la red de comunicaciones del pueblo, y los 13 animadores fueron
la espina dorsal de la parroquia en lo que concernía a la organización
de las ayudas.
En las reuniones con los animadores, Trocmé daba
la mayor parte de sus instrucciones, y los planes prácticos para
"vencer el mal con el bien" eran conocidos por sus responsables.
Era, por tanto, allí donde se tomaban las decisiones adaptadas a
las circunstancias particulares de Chambon. Sin embargo, Trocmé
lo organizaba de modo que cada grupo actuase lo más posible independiente
de los demás. Así, si la policía torturaba a un responsable, este
no podría revelar nada que permitiera destruir toda la organización
de salvamento. Eso suponía que cada responsable debía adoptar él
sólo las decisiones necesarias para hacer frente a situaciones nuevas.
LA RESISTENCIA SE ORGANIZA
La mayoría de los refugiados pasarían en primer
lugar por la casa parroquial; un gran número de ellos, que llegaban
en el tren de la una de la tarde, se acercaban a la casa parroquial
donde recibían algo de comida, en espera de encontrar provisionalmente
en el pueblo una casa que les alojara. Se instalaban allí temporalmente
mientras Darcissac les proporcionaba documentación falsa (identidad
y cartilla de racionamiento). Unos días más tarde se trasladaban
a un lugar más duradero o, ya al final de la ocupación, - hubo una
época en la que Cambon estuvo invadida de refugiados- se integraban
en un "grupo" que se trasladaba a Suiza por las montañas.
Las falsas documentaciones sólo se hacían con formularios
vírgenes y estos formularios aparecían en la casa cada vez que llegaban
nuevos refugiados. Pero nadie supo quién estaba en el origen de
la distribución de estos documentos. Además de Darcissa, Alice Reinier,
que había venido especialmente para ayudar a la familia Trocmé,
utilizaba su habilidad en caligrafía para echar falsas firmas sobre
los documentos de identidad y las cartillas de racionamiento de
los refugiados.
La lucha en Chambon nació y terminó en la intimidad
de las casas. Decisiones fundamentales fueron tomadas en las cocinas,
y no solo por algunos jefes, sino muy frecuentemente por las mujeres
directamente implicadas. Chambon se convirtió en un pueblo de refugio
porque ningún Cambonés cerró la puerta a los refugiados, ni se prestó
a la denuncia o a la traición.
Rápidamente Chambon tuvo fama de ser "un nido de
judíos en país protestante". Regularmente la policía se presentaba
en el pueblo para registrarle y detener a los judíos que encontraran;
pero eso ya se había previsto desde el principio. Una operación
de "desaparición de judíos" se había puesto en marcha, y tenía por
finalidad dispersar a los judíos, no solamente por los bosques que
rodeaban Chambon, sino también en el departamento de Ardeche. Generalmente
se producían cortes de luz, como casualmente, las tardes de registro,
y los refugiados que estaban escondidos en las granjas, oían ladrar
a los perros cuando la policía llegaba al pueblo. Además, hacia
la mitad de la ocupación, cuando los nazis ocuparon la zona sur,
hubo con frecuencia llamadas telefónicas anónimas, provenientes
probablemente del pueblo de Puy, antes del registro: "Atención,
atención, mañana por la mañana..." y colgaban el teléfono. Esto
permitía poner en marcha la operación de ocultación de los judíos,
pero no impedía que la policía registrara todas las casas y granjas,
y que se quedaran en el pueblo a veces hasta tres semanas, esperando
sorprender a los judíos cuando volvieran a las casas que les daban
cobijo. Pero no encontraban a nadie... Pasado el primer día de registro,
los chamboneses perdían su nerviosismo y recuperaban su sentido
del humor. Además, a medida que la resistencia de Chambon se desarrollaba,
aparecía un curioso fenómeno: muchos policías "se convertían" a
la ayuda de los chamboneses y sus judíos. Mientras que la actitud
oficial de Vichy respecto a Chambon y los judíos se endurecía, algunos
miembros de la policía y funcionarios desobedecían cada vez más
frecuentemente las órdenes de detener o molestar a gentes que evidentemente
no habían hecho mal alguno, y llegaban incluso a ayudar a los que
trataban de salvar a esos inocentes.
LA MAYORÍA DE LOS REFUGIADOS ERAN JUDÍOS.
Una carta que A. Trocmé escribió en febrero de
1945, unos días antes de su detención, muestra cuáles eran las actividades
de la casa parroquial y del pueblo: "... A lo largo del verano pudimos
ayudar a unos setenta refugiados judíos en nuestra propia casa;
les ocultamos, alimentamos y arrancamos de los convoyes de deportados
y, a menudo, les llevamos a regiones seguras. Podéis imaginar qué
enfrentamientos con las autoridades, qué peligros reales representaba
eso para nosotros: amenazas de detención, sometimiento a largos
interrogatorios, (...)... Las noticias sobre la ayuda que se da
a los refugiados en Chambon se extienden por todo el Mediodía francés.
Y por decenas, por centenares, se envían refugiados a Chambon. Mi
ministerio religioso normal ha sido completamente interrumpido.
Antes transformaba nuestro comedor en sala de espera durante el
verano; ahora es todo el año...".
Poco antes de la entrada de los alemanes en la
zona Sur, hacia la mitad de la ocupación, la población se componía
de "3.300 habitantes en Chambon, de los cuales 2.000 eran campesinos,
700 aldeanos, y entre 500 y 600 extranjeros". Estos últimos se repartían
así: 160 refugiados en Europa Central repartidos en seis casas diferentes:
300 alumnos, 30 profesores y 15 directores de pensionado en el colegio
Cevenol".
Si bien la mayoría de los refugiados de Chambon
fueron judíos, - bien niños cuyos padres estaban presos en campos
de internamiento franceses o de concentración alemanes, bien judíos
de cualquier edad- hubo también alemanes arios anti-nazis y, hacia
el final de la guerra, jóvenes franceses que intentaban escapar
del S.T.O. y que vinieron a buscar cobijo en este pueblo.
En sus notas, André Trocmé, estimaba en 2.500 los
judíos que pasaron por Chambon durante la ocupación, pero el Comité
Judío, que el 17 de Junio de 1979 ha colocado una placa conmemorativa
en Chambón, estima que hubo más de 5.000.
En cuanto a los grupos comunistas, del maquis y
el Ejército Secreto de De Gaulle - organizaciones dedicadas a la
liberación de Francia por métodos violentos- A. Trocmé había conseguido
que no intervinieran en Chambon y que se quedaran en sus bosques.
Estos aprobaban las actividades de ayuda a los refugiados pero querían
hacer más, por la fuerza de las armas.
El internamiento en el campo de Saint Paul d´Eyjeaux
de los pastores Theis y Trocmé, y de Roger Darcissat durante varias
semanas, en 1943, no hizo cambiar a los habitantes de Chambon en
su decisión de resistir.
LA ELECCIÓN DE LA NOVIOLENCIA
Oponiéndose a un poder muy superior a ellos, los
chamboneses no dudaron en exponer su pueblo al gravísimo peligro
de una masacre, sobretodo durante los dos últimos años de la ocupación.
Lo que les importaba era actuar según su conciencia y, para ellos,
esto pasaba por la elección de la noviolencia. Obedecer a su conciencia
significaba, entre otras cosas, la negativa a odiar o matar a otro
ser humano.
Su resistencia noviolenta no estaba basada, como
tal, en una conciencia política, sino, más bien, en la voluntad
de resistir como lo habían hecho anteriormente sus antecesores protestantes,
y en la voluntad de obedecer los mandamientos de Jesús. Es importante,
a este respecto, señalar que los chamboneses no se contentaron con
una interpretación negativa: no debo matar, sino que eligieron una
interpretación positiva: debo impedir que se mate, asumiendo el
riesgo de poder ser matado. Por otra parte, se dedicaron a estas
actividades con el mayor secreto. Un chambones lo resume diciendo:
"No se puede hacer un lugar de refugio con un montón de charlatanes".
Era preciso que fuera la menor cantidad de gente posible la que
supiera donde estaban los refugiados, ya que cuanto mayor fuera
el número de personas que estuvieran al corriente, mayor era el
riesgo de que una palabra o un gesto de más pudiera provocar el
arresto o la deportación.
Lo que permitió actuar eficaz y rápidamente- repitámoslo-,
fue la autonomía e independencia de la gente; nadie dependía de
una organización que tomara las decisiones por ellos. Ese silencio
eficaz es un símbolo y un ejemplo de esta mezcla de aislamiento
y de vida comunitaria que caracterizó a Chambon durante el período
de ocupación.
A la postre, durante aquellos cinco años todo el
pueblo se entrenó en la acción noviolenta, con una firme y activa
resistencia contra la opresión. Cuando algunos años más tarde Philippe
Hallie pregunta a Eduardo Theis si él y Trocmé pensaban que Rusia
hubiera debido utilizar otros medios para protegerse de los alemanes,
éste respondió: "Los rusos y los alemanes estaban embarcados, atrapados
en las masacres, es decir, en la guerra, y estaban obligados a jugar
sus papeles respectivos. Era demasiado tarde para la noviolencia.
Por otra parte, la noviolencia implica una preparación y una organización
de los métodos empleados, paciente y constantemente. La noviolencia
debe tener profundas raíces y ramas poderosas, antes de poder aportar
los frutos de Chambon. La noviolencia para los rusos hubiera sido
equivalente al suicidio, era demasiado tarde".
LA RESISTENCIA NO SE HIZO SIN LAS MUJERES.
(Bayada, Bernadette. Revista "Non-Violence Politique",
dossier 2. Traducida por Oveja Negra, n. 33)
Del mismo modo que la historia de la resistencia
civil es ignorada por nuestra memoria colectiva, la historia de
las mujeres en la resistencia es hoy en día mal conocida y tomada
a broma. ¿Porqué el papel que las mujeres han jugado ha sido mutilado
y minimizado? Y sin embargo, "las mujeres y los hombres eran iguales
en la resistencia", dijo después de la guerra Yvette Baumann, una
resistente.
Es importante recordar que en el momento en que
estalló la Segunda Guerra Mundial en 1939, las mujeres no son ni
electoras ni elegibles. Liberadas desde un punto de vista jurídico
de la tutela de su marido desde hacía un año solamente, pocas cosas
han cambiado todavía. El trabajo femenino está reglamentado, y,
por supuesto, la mayoría de las mujeres no tienen ningún contacto
con la política, que sigue siendo únicamente asunto de los hombres.
El Gobierno de Vichy no mantendrá, respecto de
la mujer, una misma política durante toda la guerra. En un primer
momento, la política de Vichy consiste en valorar a la mujer en
el hogar, y asimilar la patria con una madre incitando a las mujeres
a procrear, ya que la derrota de Francia se les reprocha en parte.
En su proclama del 20 de junio de 1940, el Mariscal Petain acusa:
"Demasiados pocos niños, demasiadas pocas armas, demasiados pocos
aliados, he ahí la causa de nuestra derrota". La política nazi de
las tres "k", (Kinder, kirge, Kúche: niños, iglesia, cocina) tiene
su eco en Vichy: "Trabajo, Familia, y Patria", despreciando la realidad
de la guerra, que hace jugar a las mujeres el papel de agentes económicos.
En efecto, seis millones de hombres han sido movilizados. Las mujeres
son obligadas a reemplazarles en sus puestos de responsabilidad:
la cajera del comercio se convertirá en mujer de negocios; la mujer
médico reemplazará a un profesor de hospital; la simple obrera aprenderá
a valerse de máquinas y herramientas; la campesina estará obligada
a conducir el tractor...
A continuación se estableció el sistema de "voluntariado"
en el marco del relevo de tropas. Hubo que reemplazar a los obreros
en las fábricas, para que pudieran ir a Alemania. Después, cuando
los hombres eran deportados a Alemania para el "Servicio de Trabajo
Obligatorio", Vichy cambia de política, ya que necesita urgentemente
"obreros" para hacer funcionar las fábricas en beneficio del invasor.
Y Petain, por orden de Berlín, hará una propaganda desenfrenada
para que las mujeres de 18 a 45 años, solteras o casadas sin hijos,
reemplacen a los obreros. Tres movimientos de resistencia publican
un bando invitando a las mujeres a inhibirse ante el llamamiento,
trabajando preferentemente en las granjas, cambiando de identidad
y de resistencia...
LLEGAR A SER MIEMBRO DE LA RESISTENCIA: UNA CASUALIDAD...
Así. "La Resistencia vino a coger de la mano a
hombres y a mujeres". Muchas llegaron a resistirse por azar. Un
día se le da un periódico clandestino para que lo lea; después se
le pide alojamiento para alguien. Era un engranaje. Aceptaban o
se derrumbaban. Pero ya era demasiado tarde, el riego estaba tomado.
¡Cuántas serán deportadas por nada o por tan poco!
¡Pero no! ¿Cómo atreverse a hablar de "nada" o
de "tan poco" cuando se ha aceptado el riesgo, cuando sin estos
actos minúsculos y sobre todo cotidianos, llevados a cabo por centenares
de mujeres, la resistencia no hubiera tenido lugar? Las vendedoras
de periódicos que en sus kioscos hacen de centinelas, las porteras,
las comerciantes que avisan de la operación de registro y que no
decían una palabra cuando reconocen a una persona que oficialmente
estaba de viaje.
Era necesario muy poco para ser detenida y posteriormente
deportada. Como "aquella portera condenada por haber colocado de
noche en retretes públicos, pequeñas mariposas azules-blancas-rojas,
o aquella campesina que "inocentemente" había bautizado a su cerdo
como "Hitler"; o aquella cartera que ponía en las cabinas de teléfonos
hojas con la Cruz de Lorena...".
Preguntada por la periodista A. Francos en 1977,
Mounette Dutilleul contestó: "Pienso en todas esas chicas, carteras
que sustraían las cartas denuncia destinadas a la policía y a la
Gestapo, madres de familia empleadas en Ayuntamientos, que robaban
cartillas de racionamiento, porteras que servían de buzones y que
ya no están para testificar... Todo este pequeño mundo de mujeres
anónimas".
En efecto, para poner en marcha la resistencia
no bastaba con voluntarios, que rápidamente adquirían responsabilidades
importantes y pasaban a la clandestinidad; Hacía falta "una cadena
de mujeres que, sin estar realmente integradas en un movimiento
de resistencia, hacían sus servicios; era necesario conseguir sellos,
sobres para mandar los periódicos y echarlos rápidamente en buzones
distintos y a horas diferentes, sin llamar la atención".
...¡PERO TAMBIÉN UNA ELECCIÓN!
Pero otras mujeres han "buscado" la resistencia.
Bertie Albracht, una de las pocas mujeres nombradas "compañero de
la Liberación", fue cofundadora con Lucie Aubrac de "Combate" y
"Liberación", periódicos clandestinos. Desde junio de 1940 Bertie
no puede darse por vencida: "La rendición es inaceptable. Hay que
hacer algo". "El movimiento, y a través de él, toda la resistencia,
deben enormemente a esta mujer, militante de izquierda sin sectarismos,
sin la que muchas cosas hubieran sido diferentes". Se encarga primero
de facilitar a los prisioneros evadidos el paso a la zona libre.
Tiene necesidad de cómplices y organiza rápidamente su pequeña filial.
Lisa Lesévre, habitante de Grenoble, comienza, desde la firma del
armisticio a editar en familia pequeños panfletos contra Vichy y
contra el ejército de ocupación. Sacaba copias escribiéndolas con
papel carbón y sus hijos las metían en los buzones de Correos. Su
marido las distribuía entre sus amigos profesores o universitarios.
Pronto el grupo de amigos se verá obligado a organizarse. Lisa conseguirá
tampones, necesarios para las fabricaciones de papeles falsos. Jean
Pierre, su hijo menor, que dibuja muy bien, imitará perfectamente
las firmas de los comisarios de policía. A finales de 1942 Lisa
organizó un Comité Universitario de resistencia al S.T,O. que fue
unido a "Combate" y posteriormente, a raíz de la fusión de los movimientos,
al M.U.R. Durante el verano de 1943 se ocupó de un maquíes, bajo
el seudónimo de Madame Séveranne.
MANIFESTARSE Y ORGANIZARSE.
No basta la buena voluntad para resistir; también
es necesario organizarse. Después de septiembre de 1940, algunas
mujeres comunistas crean a petición de un importante cuadro del
partido los Comités Femeninos. Estos comités se ocupan de animar
a las mujeres de prisioneros a ocupar con sus hijos los ayuntamientos.
Se trata de reclamar leche, carbón, ropa, zapatos... Y las mujeres
organizan numerosas manifestaciones: en el Languedoc obligan a las
autoridades a poner a la venta un camión de patatas; en Marsella
500 mujeres se manifiestan ante las panaderías vacías; En Arlés,
desfilan bajo las ventanas del subprefecto gritando: "¡pan! Y ¡abajo
Petain!".
Varios Comités de Mujeres, de Orly, de Belleville,...
lanzan un pequeño periódico, a difundir por los barrios, por las
afueras de las ciudades. Estos periódicos se escriben a mano, o
con imprentillas infantiles, juguetes que, en consecuencia, serán
rápidamente prohibidos.
La organización "Solidaridad", de la que se encargan
mujeres comunistas y no comunistas, tiene como misión principal,
ocuparse de las numerosas mujeres judías que, solas con sus hijos,
se encuentran totalmente desprotegidas, ya que mucho antes de la
redada del Vel d´Hiv, el 16 de julio de 1942, numerosos judíos fueron
detenidos por el gobierno de Vichy. Después de esta redada había
muchos judíos a los que ayudar, ya que cierto número de ellos pudieron
esconderse justo a tiempo. En efecto, por una filtración se había
llegado a saber la víspera que la operación comenzaría por la noche:
¿Cómo puede guardarse un secreto cuando 9.000 funcionarios franceses,
policías, gendarmes y auxiliares, son movilizados? El grupo de mujeres
de Siska Speter (llamada Macha Ravin), judía polaca emigrada, intentaría
en los días siguientes, en relación con el Movimiento Nacional Contra
el Racismo, gestiones con personalidades de Vichy para evitar la
deportación de niños. Fue en vano, ya que a finales de septiembre,
concentrados en Pithsviers y Beaunne la Rolande, y separados de
sus padres, fueron enviados hacia "la noche y la niebla".
"NO ES SITIO PARA MUJERES".
Las mujeres, fueran cuales fueran sus responsabilidades
y el peligro de sus misiones, eran llamadas "agentes de enlace".
Eran útiles y utilizadas, pero no reconocidas. No había igualdad
hombre-mujer. Ana María Bauer, miembro de "Liberación" como L. Aubrac,
fue encargada por Jean Moulin de recorrer Francia para inventariar
los lugares convenientes para aterrizajes clandestinos o desembarcos
de paracaídas. Fue ella quien tras largas marchas a pie, de noche
y con frío, descubría el campo ideal, midiendo su superficie, organizando
a continuación en los pueblos cercanos depósitos de armas, y reclutando
equipos de campesinos capaces de proteger los campos. Nunca se le
autorizó a asistir a un desembarco paracaidista, y sin embargo,
"cuando fue detenida tuvo derecho, como un hombre, a la tortura
y al fusilamiento".
Muchas mujeres aprendieron entonces a montar en
bicicleta; ¡Hacían de cien a ciento veinte Kms. al día en bici!
Otras se reunían en los parques entre mujeres, simulando hacer punto,
para pasarle las consignas. Hubo muchas otras que escribieron en
la prensa femenina y en los periódicos clandestinos. Agnes Humbert
pertenecía al comité de redacción de "Resistencia"; Louise Weiss,
bajo el seudónimo de Valentine, dirigía "La Nueva República"; :Genevieve
de Gaulle escribía en "Defensa de Francia".
Tanto para la prensa como para las otras acciones
de la clandestinidad era necesario improvisar, ya que nada estaba
preparado de antemano. Y era el único medio de informar a la población
de las mentiras de la prensa de Vichy. Se daban consejos, se informaba
sobres el estado de la represión en la zona ocupada; se publicaban
también artículos de fondo, poemas...
Genevieve de Gaulle pensó un tiempo en volver a
Londres, pero ¿para qué? ¿Para volver a ser mecanógrafa o conductora
de las "Fuerzas Francesas de Liberación? Prefirió quedarse en Francia.
Jeanne Bohec, joven química bretona que había ido a Londres antes
del Manifiesto del 18 de junio de 1940, y a pesar de su competencia
en materia de sabotaje, se vio rechazada durante mucho tiempo en
su deseo de volver a Francia.
UNA DE LAS RARAS MUJERES QUE NO FUERON DEPORTADAS.
Lucie Aubrac escribía en "Liberación" pero tenía
muchas otras actividades. Inicialmente se llamaba Lucie Barnard,
llamada Catalina en la Resistencia; Casó con Raimoond Saunes, que
tenía por nombre de guerra "Aubrac", y así terminaron por llamarle
a ella Lucie Aubrac. Llevaba periódicos fuera de Lyon; ayudaba a
pasar la raya de demarcación. Tenía su red de "buenas mujeres":
"secretarias de ayuntamientos que conocían los nombres de comunidades
que habían quemado sus archivos en el norte de Francia, lo que permitía
utilizar sus estados civiles para las falsas tarjetas de identidad.
Estaba en relación con las tenderas que, sin hacer preguntas y a
espaldas de sus maridos, atendían las cartillas de racionamiento
falsas; con las empleadas de teléfonos, que escuchaban conversaciones
entre los comisarios de policía, la gendarmería y la Prefectura;
con las enfermeras, que informaban sobre los prisioneros hospitalizados.
Todas estas relaciones iban a serle de gran utilidad ya que su especialidad
habría de ser la evasión: ¡Hacer evadirse a los prisioneros! Preparó
la fuga de su marido, la primera vez de un cuartel de Sarrebruk.
Cuando fue detenido el 21 de junio de 1943 en Caliure, - hecho muy
grave, pues decapitaba toda la resistencia no comunista- encerrado
como todos los demás en Montluc y torturado por Klaus Barbie, ella
forjó un plan astuto y peligroso y, embarazada de siete meses, participó
en la evasión de Raymond y otros trece detenidos. Preparó otras
muchas evasiones, siempre con precisión. Y fue una de las pocas
mujeres que no fue detenida ni deportada. Posteriormente participaría
por delegación del General De Gaulle en el nombramiento de los nuevos
prefectos, ya en la liberación.
Antoñita Sax no tuvo éxito en el intento de fuga
de su compañero, Jean Moulin; Pero todavía hoy prosigue sus investigaciones
para aclarar las traiciones que permitieron la detención en Francia
del General De Gaulle. Es ella la que ha hecho enjuiciar por dos
veces a René Hardy, único refugiado de Caliure.
LECCIONES A APRENDER.
De todas estas muchas mujeres, las que realmente
estaban en un movimiento de resistencia y las que resistieron sin
tener conciencia de ello, muchas fueron deportadas. Una vez en los
campos de concentración muchas continuaron negando su colaboración.
La condesa Colettse de Dampierre, empleada en una fábrica en la
que la mano de obra venía del campo de internamiento de Drancy,
antesala de Auschwitz, organizó el sabotaje a su manera. Concibió
un criadero de polillas en la sala donde se almacenaban los tapices
robados, y puso a punto una técnica discreta, pero segura, para
hacer añicos, una vez las cajas cerradas, las porcelanas de valor
destinadas a los alemanes. Todas militaban, ya que "militar allí
era luchar razonablemente contra la muerte". Para muchas otras fueron
la solidaridad y la ayuda en los campos de concentración lo que
las permitió volver vivas de aquel infierno.
Pero a la vuelta, ¡qué decepción! Chocaron contra
la incomprensión total de la gente que no había sido deportada.
¿Por qué tan pocas combatientes en la sombra han
sido reconocidas? Las misiones que las mujeres asumían eran, en
general, pequeñas, variadas, pero indispensables. ¿Cómo hacer un
aterrizaje de paracaidistas si no hubiera habido antes un reconocimiento
previo del terreno? ¿Cómo organizar eficazmente la resistencia sin
enlaces entre las diferentes redes y movimientos? ¿: Cómo comunicarse,
si no hay buzones ni quien lleve las cartas?.
Las acciones de las mujeres eran en su mayoría
noviolentas, y permitían organizar resistencia y no-colaboración.
Pocas mujeres han participado en los maquis armados, ya que los
condicionamientos eran tales que no se imaginaban sosteniendo un
arma al lado de los hombres, y porque se las rechazaba categóricamente
en los maquis y en los movimientos de resistencia organizados por
los militares. Pero también porque muchas han utilizado su puesto
de trabajo para suministrar información, dinero, comida... a los
resistentes armados. Está clara, en cualquier caso, que la clandestinidad
total de algunos no hubiera sido posible sino gracias a los riesgos
enormes que otras corrían en sus actividades normales. También es
seguro que la resistencia armada, llevada esencialmente por hombres,
no hubiera podido conseguirse sino gracias a la resistencia civil
de todo un pueblo de mujeres.
Pero la resistencia no ha cambiado la situación
de la mujer. La guerra había transformado, solo provisionalmente,
a las mujeres en cabeza de familia; si no trabajaban, rápidamente
volvería todo al orden tradicional. Germaine Tillion, visitada por
Ania Francos, afirma que la resistencia ha demostrado que las mujeres
eran tan audaces como los hombres, y que los hombres eran tan intuitivos
como las mujeres. Entonces, ¿Por qué cuarenta años después esas
ideas estereotipadas están presentes todavía? ¿ Y esta arcaica distribución
de los papeles? ¿Y esta dominación de los hombres y sumisión de
las mujeres? ¿Cuándo aprenderemos a sacar las lecciones de nuestra
historia?.
LA HISTORIA Y SUS LECCIONES.
(Boubault, Guy. Revista "Non-Violence Politique",
dossier 2. Traducida por Oveja Negra, n. 33)
Cuando se habla de defensa a menudo se confunden
los medios y el fin, la estructura (sistema militar y guerrero)
y la función (disuasión y defensa). Por ello, se tiende a pensar
(... ¡y a actuar en consecuencia!) que defensa eficaz es sinónimo
de gran capacidad militar.
En la actualidad, sin embargo, los hechos han desvelado
la lógica de este razonamiento: la lógica del absurdo. En efecto,
amparándose en la necesidad de defensa las armas nucleares amenazan
la existencia misma de los pueblos del planeta. Ante esta situación
se habla siempre de "fatalidad" o de "mal necesario", sin más imaginación.
La historia misma, ¿no nos sigue enseñando a glorificar
a los héroes guerreros en medio de un ambiente espectacular de muertes
y guerras... "olvidando" los cientos de experiencias históricas
de defensa y de resistencia colectivas basadas en métodos no armados
(no-cooperación, boicot económico y político, obstrucción de masas,
desobediencia civil colectiva a un poder usurpador, etc)? Los textos
escolares no hablan de ellas; la oposición pública las ignora totalmente
o casi; incluso la misma investigación sobre la paz sólo dedica
a ellas de un 2 a un 3% de sus actividades.
Sin embargo, el estudio sistemático de esas experiencias
históricas constituye la mejor oportunidad de ganar la lucha por
la paz. Investigar las posibilidades de otro tipo de defensa es,
en último término, dotarse de los medios para un verdadero desarme.
Sin esperar la puesta a punto sólida y definitiva de una alternativa
de defensa para comenzar a condenar la locura de las armas, conviene
poner al día cuanto antes, con medios de investigación adecuados,
las aportaciones específicas de la resistencia no militar en la
resolución de los conflictos.
Los estudios en este sentido siguen siendo mínimos.
Os invitamos a descubrir esta "otra" Historia, la de las resistencias
civiles, distintas por su amplitud y sus resultados, con sus fuerzas
y sus flaquezas, para empezar a sacar de ellas- ¿por qué no?- otras
lecciones.